jueves, 8 de marzo de 2012

Alejandro Reinick: El laburante

Empezó de muy chico jugando en Unión de Santa Fe y siguió en Ateneo Inmaculada que era el club de la escuela secundaria a la que iba, y según el colo le quedaron muchos amigos de aquella hermosa etapa. Su caso fue muy particular ya que nunca quizo ir reclutado a ningún club ni alejarse de su familia siendo chico, mucho menos veía al básquet como algo para dedicarse tiempo completo y convertirlo en su sustento de vida, simplemente jugaba porque le gustaba pero su prioridad siempre fue el estudio. Jugó 7 años en Ligas “C” o “B” en clubes como Kimberley de Santa Fe, Atlético de Rafaela, Unión de Santa Fe y Rosario Central pero siempre su prioridad fue estudiar. 


El lo cuenta:
“Una tarde recuerdo que estaba estudiando para un final de la materia Diagnósticos por Imágenes y sonó mi celular con una característica extraña, era el presidente de Pico F.C. que me querían probar para ver si podía formar parte del equipo de Liga Nacional A. Yo de entrada pensé que era una broma porque me sonaba raro como se daba todo pero después de charlar un rato me fui convenciendo de que era en serio. Les pedí que me dejaran rendir las materias que estaba preparando y unos días después salí para allá. Me probé solo 2 entrenamientos con los juveniles del club y me dijeron que querían que me quedara. Lo pensé un poco porque tenia que dejar de lado la carrera de Medicina y ya estaba en el 4to año pero las ganas de jugar liga prevalecieron ya que era un desafió soñado para mi en ese entonces”
De todos sus entrenadores rescata algo, de algunos más y de otros menos. Pero en la gran mayoría de los casos sostiene haber tenido la suerte de contar con sobre todo buenos profesionales y mejores personas “que desde las inferiores hasta el presente no solo me inculcaron cosas del deporte sino filosofías de vida que me gustaron y trato de incorporarlas”
Su familia fue clave tanto cuando era amateur y luego cuando se profesionalizó. Aunque es un tipo duro debajo del canasto aca se apichona y saca su parte emotiva “desde que mis viejos se pasaban todo el sábado viendo los partidos de inferiores porque jugábamos mi hermano y yo hasta hoy en día que cuando pueden me van a ver a cualquier cancha del país o se pegan una escapada a Mar Del Plata para estar conmigo cuando yo no puedo ir a Santa Fe” está bueno que reconozca todo ese esfuerzo y lo agradece más aun momentos difíciles “cuanto tuve lesiones graves de las cuales no me podría haber recuperado sin la ayuda de ellos ya que estuvieron siempre a mi lado desde el momento en que no podía ni caminar hasta cuando volvía a la cancha y siempre dándome fuerza para pelearla. Sin ellos estoy seguro que no hubiera vuelto a jugar”
Haciendo un balance de la liga Alejandro dice que los nacionales mejoraron mucho y pide por una venta de producto un poco más arriesgada. “La Liga la veo mejor y más competitiva año a año. Los nacionales han crecido muchísimo y la vuelta de muchos jugadores de Europa la han potenciado mucho más todavía. Ya los extranjeros no marcan la diferencia de hace varios años atrás y por eso Peñarol pudo salir campeón con uno solo. Yo llegue a la liga en un momento económico complicado del país y los clubes no eran la excepción. Eso por un lado hizo que muchísimos jugadores se fueran al exterior y que por suerte ahora esta volviendo pero también nos dio la oportunidad a muchos de poder ganarnos un nombre y un lugar. Pero también hay que corregir muchísimas cosas y seguir creciendo. En infraestructura el crecimiento tiene que ser rápido, hay estadios que no están al nivel de la competencia y en la venta de la liga como producto creo que tenemos que mejorar ya que estamos hablando de la liga de la generación dorada y muchas veces no tiene la cobertura que se merece y está lejos de otros deportes que tienen menos concurrencia de publico”
Hablar de Peña y explicar un poco la cocina del éxito para Reinick es caer siempre en lo mismo pero se toma un tiempito y cuenta un poco los detalles del quipo que ganó todo en la última temporada “hay un trabajo continuo de todos los que integramos Peñarol y que lleva muchos años, desde mucho antes de que yo llegara al club, dirigentes que se animaron a cambiar una situación difícil y a soñar en grande y cuerpo técnico y jugadores comprometidos con el club y sobre todo con el objetivo de salir campeones dejando de lado las individualidades y formando un verdadero equipo en todo sentido. Por supuesto que nada de esto sería posible si el apoyo de la gente en una ciudad donde el básquet se vive de una manera muy especial”
La famosa ciudad donde los taxistas hablan de básquet “Increíble, de una manera alocada pero lo que más me llama la atención a mi es que esa locura no queda solo en la cancha sino que se vive en toda la ciudad. Realmente no es algo muy común de ver. Yo ya me acostumbré pero muchos jugadores que llegan no pueden creer que sea imposible salir de tu casa para hacer cualquier cosa sin que alguien te pare para charlar de Peñarol, para una foto o un autógrafo. Realmente como jugador es algo muy lindo y hace que uno dentro de la cancha quiera devolver todo el afecto que recibe”
Tremendo. Y los clásicos? “Por suerte no nos tocó perder muchos. Solo 2 en 2 años y la liga pasada ganamos los clásicos 7 a 0. La verdad que es un torneo a parte donde cada clásico es una final y se juega como tal. La gente le da un color especial y los triunfos se disfrutan muchísimo y por muchos días”. Como es jugar con Gurtiérrez, un tipo que ganó todo “para mi forma de ver el básquet. Hay muchos buenos jugadores en la liga pero muy pocos son GANADORES. Tuve la suerte de jugar con varios y aprendí que son esos jugadores que saben en que partido no hay margen de error, en que momento hay que dejar todo y cuando y como el equipo los necesita. Creo que Leo ha demostrado ser unos de esos jugadores más de una vez”

Una nota con un tipo sacrificado, que ha llegado un escaloncito más arriba por su sacrificio, por lucharla “en lo personal dejé muchas cosas de lado, no solo una carrera universitaria sino muchas cosas que dejé de vivir por llegar a ser jugador, desde que tenía 13 o 14 años y ya viajaba con Kimberley a jugar partidos de liga B perdiéndome disfrutar fines de semanas con mis amigos como cualquier chico de esa edad. Pero por sobre todas las cosas el no poder estar cerca de mi familia muchísimos años que llevo de profesión perdiéndome muchas cosas importantes por tener que estar jugando lejos de mi casa”
La recompensa ha sido grande y merecida para el colo que dice amar esta profesión “la verdad que disfruto muchísimo esta profesión y soy un agradecido pero también sacrifiqué cosas por llegar y me entregué al máximo como profesional en todos los aspectos que se requieren, en lo físico, en los entrenamientos, el descanso, la alimentación, Etc. En una profesión hermosa pero para mi el entrenamiento no dura solo 2 o 2:30 sino todo el día”
Un todoterreno. Un tipo común. Alejandro Reinick.

Fuente: Muy Deportivo

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